Rosario Robles está a punto de cumplir un año en Santa Martha Acatitla. Como se sabe, fue vinculada a proceso porque el ministerio público presentó una licencia de conducir a nombre de ella, con el domicilio, la foto, la huella digital y la firma falsificados.
El juez Felipe de JesĂşs Delgadillo Padierna, sobrino de Dolores Padierna y RenĂ© Bejarano, alegĂł que esa licencia probaba que existĂa el riesgo de que Robles se fugara, asĂ que decidiĂł imponerle una prisiĂłn preventiva “justificada”. De acuerdo con el juez, Robles no habĂa demostrado arraigo, pese a que llevaba más de 20 años viviendo en el mismo domicilio de Coyoacán.
El juez argumentĂł tambiĂ©n que la extitular de Sedesol y Sedatu contaba “con una red de amigos” que podrĂan ayudarla a evadir la acciĂłn de la justicia y sostuvo que era “un hecho pĂşblico” que Robles tenĂa dinero derivado de los cargos que ha ocupado: su dinero y sus cuentas fueron asegurados (aĂşn asĂ se le mantuvo en prisiĂłn). La SecretarĂa de la FunciĂłn PĂşblica determinĂł, por otra parte, que en la situaciĂłn econĂłmica de Robles no se habĂan detectado irregularidades.
El 30 de septiembre de 2019 la SecretarĂa de Movilidad confirmĂł que la Ăşnica licencia tramitada por Rosario Robles era la que asentaba su domicilio en Coyoacán. A fines de ese año, la magistrada Isabel Cristina Porras, que revisĂł el caso, coincidiĂł en que era innecesaria la prisiĂłn preventiva, y sin embargo decidiĂł dejar a Robles en prisiĂłn.
La defensa de la exfuncionaria denunciĂł una venganza polĂtica del rĂ©gimen de AndrĂ©s Manuel LĂłpez Obrador (¿se acuerdan de los videoescándalos?), alejada de cualquier lĂmite jurĂdico.
En abril pasado, la prueba de la “licencia falsa” fue descartada por un juez, lo que prueba que el procedimiento ha sido viciado de origen. Sin embargo, nada ocurriĂł. Al contrario. Aunque Robles ya no es servidora pĂşblica, se le iniciĂł un juicio polĂtico plagado de inconsistencias, irregularidades y violaciones procesales. En el seno de la subcomisiĂłn encargada de examen previo hacĂan fila 127 denuncias de juicio polĂtico, segĂşn la defensa de Robles. Ninguno de estos fue tramitado. En cambio, se dio todo el impulso procesal para enjuiciarla a ella de manera exprĂ©s.
“Lo cierto es que hasta el momento no ha sido presentada una sola prueba que demuestre su participaciĂłn en algĂşn desvĂo de recursos”, sostiene la defensa.
El escándalo que rodea la llegada del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, ha revivido en redes sociales y algunos medios el caso Robles. Personajes cercanos a la exfuncionaria han trazado las diferencias más señaladas entre ambos casos: Robles tiene once meses en Santa Martha Acatitla. Emilio Lozoya está en un hospital de lujo: no ha pisado un minuto un juzgado, mucho menos la cárcel.
Robles es acusada de ejercicio indebido del servicio pĂşblico por omisiĂłn. El delito, aĂşn no comprobado, no amerita prisiĂłn preventiva. A Lozoya lo acusan de delincuencia organizada, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilĂcita: crĂmenes graves que ameritan prisiĂłn preventiva oficiosa.
Robles interrumpió un viaje por Europa y se presentó voluntariamente ante el juez para enfrentar su proceso. A Lozoya lo buscaba la Interpol y lo aprehendieron en Málaga, España (fue enviado a México en un avión privado).
A Robles, vinculada a proceso con pruebas falsas, se le exhibiĂł como trofeo del combate a la corrupciĂłn y se permitieron fotos de su salida al reclusorio. A Lozoya, acusado de recibir sobornos por millones de dĂłlares, se le montĂł un operativo que le permitiĂł burlar a los medios en tanto lo llevaban a un hospital de lujo.
Robles no está acusada ni de lavado de dinero, ni de delincuencia organizada, ni de cohecho, mucho menos de operaciones con recursos de procedencia ilĂcita. Fue inhabilitada por una cuenta de dos mil pesos que presuntamente no reportĂł. Lozoya se presume aliado de la 4T para beneficio propio y de la actual administraciĂłn: el presidente lo ha considerado “testigo protegido”. PasĂł de acusado a verdugo.
Robles no ha solicitado, ni se le ha ofrecido, acogerse al esquema de “testigo protegido”. Lozoya llega con “beneficios pactados”: se le ha ofrecido impunidad para su familia, y se le han respetado todos los derechos.
A Robles le han violado sistemáticamente los suyos: su derecho al debido proceso, a la presunciĂłn de inocencia, al principio pro-persona. Queda claro que aquĂ se ha usado toda la maquinaria del Estado. Por venganza polĂtica y por conveniencia.
@hdemauleon
source https://sanluis.eluniversal.com.mx/content/el-doble-rasero-de-la-4t
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