HÁBITO Y SANDALIAS
Cada año le cambian a la imagen de San Francisco de Asís de Real de Catorce su hábito y sus sandalias, porque se desgastan. Según la creencia se dice que durante las noches “Panchito” sale a recorrer los caminos, al llevar la salvación a todos aquellos en los que confían en él.
LA MUJER DE PIEDRA
Entre otra insólita historia se encuentra también la de la “Mujer Arrepentida”, al mismo tiempo que señala aquella caprichosa y grande roca, en un pico de la sierra catorceña. “Una mujer iba para el Real a pagar una manda a San Francisco, y en el camino sinuoso se arrepintió de ir a ver al Santo milagroso. Al poder tomar un descanso, antes de regresar se petrificó en piedra”.
EL NIÑO PERDIDO
En alguna ocasión un niño se perdió en el desierto por horas, sus padres oraron mucho a San francisco por su intercesión, hasta que de pronto el niño fue encontrado, y dice haber sido auxiliado por un amable señor, cuando fueron a la iglesia a dar gracias, el niño reconoció a San Francisco de Asís, afirmó haber sido el quien lo ayudó.
EL CHARRITO
“El Charrito” como lo nombran de cariño recorre el pueblo para ayudar a los más necesitados, incluso en una ocasión se metió en una pelea de borrachos quienes estaban a punto de matarse a cuchilladas, después de haber intervenido, San Francisco desapareció en la oscuridad, al siguiente día las vestiduras de su estatua estaban rasgadas…
Es enigmático, magico, milagroso y celestial todo lo que rodea a Panchito como le decimos de cariño.
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