El “ahorro” presupuestal, emprendido por el morenismo en 2020, para muchas instancias del gobierno federal las condena a ser instituciones inoperantes e inservibles. Esto no implica que las instituciones antes del lopezobradorismo funcionaran correctamente, no.
Realmente el burocratismo es una manera ostensible de manifestar que los que conducen al Estado no tienen un compromiso con los más pobres -sector de la poblaciĂłn que más necesita de la asistencia social-, lo más natural en sociedades donde impera la injusticia social es que los más ricos influyan de manera decisiva en polĂtica en favor de sus intereses. Es decir, los elegidos para gobernar simulan sus funciones o, de plano, las evaden, porque su interĂ©s real no es combatir las inequidades, sino mantener los privilegios de los más ricos. AquĂ el reproche al morenismo estriba en su plataforma polĂtica: gobernar para los más pobres.
Un gobierno popular buscarĂa el fortalecimiento estatal, no su adelgazamiento. Dicho en otras palabras, para atender mejor las carencias de millones de mexicanos pobres, se buscarĂa fortalecer con recursos y alcances la influencia del Estado, no disminuirlo.
LĂłpez Obrador dice que es austeridad, combate a la corrupciĂłn; los expertos aseguran que esta “loable” tarea no ha tenido resultados; ya no sĂłlo por los escándalos de corrupciĂłn por parte de los integrantes de su gabinete, familiares y personajes cercanos al presidente, sino tambiĂ©n en que más del 90 por ciento de las obras y servicios que adquiere el gobierno federal han pasado sin licitaciĂłn pĂşblica, es decir, muchas han sido adjudicaciones directas, a empresas “amigas” (recuĂ©rdese: de ellas fue beneficiada la prima del presidente).
AĂşn más: el recorte presupuestal ha dejado incapacitados a los gobernadores; el castigo, desde luego, tiene tintes electoreros; dejar sin armas a los enemigos polĂticos del presidente. Lo más miserable es que los más afectados son los ciudadanos, que pocas veces se identifican con los partidos (incluido Morena) y que son ajenos a esas disputas electoreras.
Este manejo explica, tambiĂ©n, porquĂ© el presidente durante la pandemia se negĂł a apoyar con una canasta básica a los millones de desempleados por efectos de la cuarentena y el cierre de actividades econĂłmicas y, en cambio, se obstinĂł en asegurar el presupuesto para sus obras faraĂłnicas, como el Tren Maya o la refinerĂa de Dos Bocas. Eso lo denunciĂł en septiembre el Foro Monetario Internacional: “MĂ©xico es la segunda naciĂłn de los miembros del G20 que menos ha invertido en programas fiscales para mitigar el impacto de la pandemia”.
En el mismo sentido, la OrganizaciĂłn Internacional del Trabajo, en septiembre denunciĂł en un informe: “MĂ©xico es el Ăşnico paĂs de AmĂ©rica Latina donde no se han implementado polĂticas pĂşblicas para sostener el empleo perdido por la pandemia de covid-19”. Dicho en pocas palabras, los más humildes no cuentan, ni en los peores momentos, con el Gobierno federal. IrĂłnicamente, el discurso morenista se empeña en convencernos de lo contrario; de ahĂ el bombardeo matutino del titular del ejecutivo.
Esta palabrerĂa tambiĂ©n es moneda corriente en San Luis PotosĂ: la gestiĂłn de Alejandro Leal TovĂas, al frente de la SecretarĂa General de Gobierno, va por el mismo derrotero. Desde siempre, mantiene una polĂtica de diálogo respetuoso, pero que no se traduce en hechos.
La tolerancia y la receptividad a las peticiones ciudadanas son necesarias, pero no suficientes; si se mantiene como Ăşnica garantĂa, sin el respaldo de resultados, se convierte en franca tomadura de pelo. Resulta innecesario a estas alturas repetir que las demandas del Movimiento Antorchista en SLP están plenamente justificadas; asĂ lo respaldan los trámites que nos han solicitado y que hemos cumplido cabalmente.
Pero estos laberintos burocráticos han conducido a la nada. Terminó el año 2020 y hemos avanzado poco o nada, a pesar de la palabra empeñada y respaldada por firmas. No hay apoyo al campo, la realización de caminos en varios municipios se encuentra detenida. La regularización de colonias para que puedan contar con servicios básicos simplemente no avanza. No se comprometen a gestionar más escuelas ni a pagar maestros en funciones. Evaden la responsabilidad de asistir a los pobladores de la Huasteca que, hoy por la pandemia, sufren hambre.
La dupla Gama Basarte y Leal TovĂas deben evitar plegarse a esa polĂtica de la 4T. Por el contrario, deben ir en direcciĂłn opuesta, colaborar para volver cierta la polĂtica de combate a la pobreza profesada por el Gobernador Carreras.
No pueden generar el malentendido de que ese excesivo burocratismo sea identificado como una triquiñuela para manipular el presupuesto de la obra pública a conveniencia electoral. Un Estado con una auténtica orientación social significa menos pobreza y más desarrollo. Y en esto, señor Gobernador, el antorchismo no sólo no será un obstáculo, sino que seremos colaboradores como ya lo hemos demostrado fehacientemente por varios años.
Marco. A. Rivera
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